martes, 21 de junio de 2011

El nuevo Museo Europeo de Arte Moderno: otra plaza fuerte

"El MEAM es el nuevo templo de esta nueva religión. La religión de los que creen, en pleno siglo XXI, en el Arte."

Fachada del Palacio Gomis
Con esa frase contundente como slogan el pasado 8 de junio abrió sus puertas el nuevo Museo Europeo de Arte Moderno MEAM. Este Museo fue creado por la conocida Fundació de les Arts i els Artistes que desde el año 2005 se dedica con ahínco a la promoción y divulgación del arte figurativo haciendo exposiciones, publicaciones y un concurso anual cuya bolsa de premios para el año 2011 ya está en 200.000 Euros. Este concurso promovido por  la Fundación es de los pocos certámenes en el mundo que actualmente considera el oficio y la manera como está ejecutada la obra técnicamente como una de las cualidades que se tienen en cuenta a la hora de otorgar los premios, además claro de la imaginación y la originalidad de la propuesta pictórica.

El Museo estará ubicado en el Palacio Gomis, un edificio del siglo XVIII con un poco más de 1700 metros cuadrados  ubicado en el famoso barrio Gótico de Barcelona, muy cerca de otros cuatro museos entre ellos el Picasso y el Barcier Mueller.  El Palacio con una larga tradición histórica que incluye a generales napoleónicos, grandes mercaderes y conocidas prostitutas, había ganado en el 2002 el premio FAD a las artes decorativas por su rehabilitación y era desde entonces el Centro de Exposiciones de Arte Contemporáneo hasta que en el año 2006 fue adquirido por la Fundación para que albergara su ya cuantiosa colección de pintura y escultura figurativa y realista.
Patio Barroco del Museo

Mientras que muchas instituciones europeas languidecen por la mala calidad de lo que exhiben y por los presupuestos cortados en medio de la crisis económica, la Fundació de les Arts i els Artistes ha tenido un crecimiento constante que les permite inaugurar hoy ese maravillosos espacio. Los Caballeros de San Lucas que durante siglos han creído en la buena pintura celebran con beneplácito la apertura de este nuevo espacio, otra plaza fuerte desde donde se defenderán nuestras convicciones.

Les dejo un fragmento extenso con la opinión de los directores de la fundación y los links para los que quieran profundizar en el tema.

Sala noble
“...cuanta más cohesión y unidad exista entre los artistas contemporáneos, más justificación tendrá la Fundación para dar a conocer al mundo una obra colectiva que está decidida a no seguir marginada de las páginas de la historia del arte de nuestro siglo.

El MEAM es el nuevo templo de esta nueva religión. La religión de los que creen, en pleno siglo XXI, en el Arte. Un arte que ya no se conforma con la experimentación convertida en fin en sí misma, ni con el permanente ensayo de formas sin lograr ninguna definitiva, ni con el culto al ruido por el ruido, ni con video montajes lastrados por el aburrimiento. En fin, un arte que se justifique  en sí mismo por ser algo directo, expreso, rotundo, absoluto, real, inteligible y genial.

El arte ha de ser asimilable para el espectador. El arte ha de ir dirigido al hombre de la calle, no al erudito. El arte ha de hablar el lenguaje del pueblo, no el de los académicos.

El intelectual puede escribir interesantes ensayos sobre la obra de arte, pero el artista no vive de esos ensayos. Los académicos pueden aplaudir a los artistas ya consagrados, pero eso no les garantizará sobrevivir a su tiempo. Lo único que da sentido al arte es saber conectar con la gente, llegar a la sensibilidad del espectador.

Y para eso no hacen falta títulos ni diplomas. Basta con saber crear.

La abstracción y todos los ismos que nacieron como un proceso de ruptura con el arte a lo largo del siglo pasado, han acabado sentándose en los sillones de las academias contemporáneas e imponiendo sus cánones estéticos en todas las instituciones oficiales. La experimentación copa todas las ferias de arte contemporáneo.    
Y aquel olor inicial de aire fresco, de ruptura, de novedad, ha sido sustituido por el tufillo de lo rancio, lo manido, lo repetitivo y, en resumen, lo aburrido. Porque no hay en verdad nada más aburrido que la reiterada repetición de lo que se dice novedoso cuando ya ha perdido el encanto de la novedad.

El arte que, hasta ahora, se creía con el derecho de apropiarse con carácter de exclusividad del calificativo de contemporáneo, ha dejado de decir cosas interesantes. Lo que el MEAM presenta en ésta su primera exposición es otra forma, profundamente original, de ver y sentir el arte contemporáneo. Y si esta exposición genera polémica sobre los caminos del arte más actual, habrá valido la pena.

Es un retorno a los orígenes que se nos habían ocultado repetidamente. Es el reconocimiento de los valores que se han negado año tras año en las universidades y las escuelas. Es el valor de la calidad sobre la novedad. Es el valor de la tradición, la recuperación del valor del oficio, la importancia del trabajo personal en soledad, es el culto al genio, el reconocimiento de las obras de los grandes maestros. Es el retorno a virtudes como la perseverancia, la constancia, la creación personal. Es abandonar los demagógicos montajes de objetos inconexos para retornar a la intimidad del taller del artista, a la creación de la obra personal, elaborada, meditada y largamente perseguida”


Web del Museo
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